Antes que cualquier otra cosa, gracias.
Gracias por estar aquí, por trabajar con nosotros, por confiar, por observar de cerca o incluso por llegar apenas ahora.
Ha sido un año profundamente retador. Un año de descubrimientos, de preguntas incómodas y de confirmaciones importantes. La tecnología —y en especial la inteligencia artificial— se volvió una presencia constante, inevitable. Y aun así, todo nuestro proceso, el que hemos construido durante más de diez años, no solo se sostuvo: se fortaleció.
Estas imágenes son parte de la propuesta que hicimos para AsoCaña, de la cual nos sentimos aún orgullosos (y que por cosas del destino no salimos elegidos).
Diez años construyendo valor (y por qué hoy vale más que nunca)
Durante estos 10 años hemos trabajado en industrias tan distintas como la medicina, la tecnología, el sector financiero, la educación, el entretenimiento, la industrial, entre muchas otras. Y en ese recorrido confirmamos algo clave: todo lo que hemos construido durante esta década tiene un valor enorme.
Cada pequeño hallazgo, cada paso aparentemente modesto que dimos junto a cientos de marcas, terminó generando crecimiento real. Con la llegada de la inteligencia artificial, lejos de perder relevancia, ese trabajo cobró más fuerza, más claridad y más valor.
Lo vimos en los resultados.
Y también lo vimos al compararnos —con curiosidad y espíritu crítico— con los grandes gurús y las agencias más ruidosas del mercado.
Mientras el mundo digital celebraba fórmulas rápidas y tasas de conversión del 1.6% como grandes victorias, nosotros logramos, sin inversiones en pauta, conversiones constantes del 32% mensual durante meses e incluso años. Resultados silenciosos, sí, pero profundamente transformadores.
Cada año es tradición ya hacer un recorrido por tres ciudades (Cartagena, Cali y Pereira) para reconocer las sedes de Reprotec, producir contenido alrededor de la marca comercial y de todas las marcas personales que hacen de esta, la marca líder en fertilidad en el país.
Los monstruos del camino (y lo que nos enseñaron)
Eso no significa que el camino haya sido fácil.
Nos enfrentamos a equipos de marketing poco preparados, a culturas duras, a visiones donde aún se cree que una agencia debe cargar con todo, saberlo todo y hacerlo todo. Equipos que no juegan como aliados, que no creen en el triunfo colectivo y que prefieren tener “la razón” antes que lograr resultados.
Aun así, lo superamos.
Y aun así, entregamos resultados exponenciales.
Lo más valioso no siempre fue el crecimiento de un canal, sino ver equipos completos —de más de 100 personas— alinearse alrededor de un objetivo común. Para nosotros, mover un equipo entero es un resultado más grande que cualquier métrica aislada.
Tendencias, gurús y la trampa de seguir sin pensar
Este año volvieron, con más fuerza que nunca, los grandes gurús que dictan tendencias. Tendencias que llevamos viendo pasar desde hace más de una década.
Y si algo hemos aprendido es esto: no hay nada más peligroso que seguir tendencias sin pensar.
Las grandes tendencias ya las conocemos: automatización, robots, velocidad, reemplazo del humano. Pero partimos de una premisa simple: no todas las marcas están en el mismo lugar, no todas tienen el mismo recorrido, no todas persiguen los mismos objetivos ni necesitan lo mismo al mismo tiempo.
Cada conversación es distinta.
Justo cuando el mundo quiere automatizarlo todo, medirlo todo y hacerlo todo rápido, nosotros elegimos parar. Pensar. Debatir. Conversar. Y eso, durante diez años, nos ha dado la razón una y otra vez.
Imágenes de uno de la talleres de voceros que dictamos para Fogafín, uno de nuestros clientes con los que estuvimos 3 años.
Un mundo lleno de expertos (y la verdadera pregunta)
Hoy todo el mundo sabe de marketing digital.
La abuelita, el primo, la tía, el portero. Y eso no es malo.
Pero entonces aparece la pregunta real:
¿Por qué la marca no crece si hacemos de todo?
Vivimos rodeados de gurús con grandes audiencias, likes y seguidores. Y sin embargo, muchos no saben explicar por qué esos números importan o para qué sirven.
Nuestro trabajo no es brillar.
Es hacer que el cliente brille.
De nada sirve que una agencia tenga cifras espectaculares si la caja del cliente está en ceros. El verdadero valor está en conectar marca y negocio, no en perseguir métricas vacías.
Un día normal en producción audiovisual con nuestro equipo Digital First, esta vez produciendo un e-learning.
Cómo medimos resultados (y por qué no todo cabe en un dashboard)
Hoy los informes están llenos de números. Y cuando los números crecen, suelen desaparecer las preguntas. Pero para nosotros, el éxito no se define solo ahí.
Creemos en la inteligencia de relacionamiento: entender la marca como un todo, como un sistema con palancas —como una cabina de avión— donde cada decisión impacta el negocio.
Algunas palancas están en el equipo.
Otras en los canales.
Otras, incluso, en los usuarios.
Medir resultados también es entender qué necesita el negocio y qué transformaciones profundas están ocurriendo, incluso cuando no aparecen en una gráfica.
Cultura, creatividad y lo que no estamos dispuestos a negociar
Hay un tema que atraviesa todo lo anterior: la cultura.
Uno de los videos que grabamos con Elena Pérez para su canal de YouTube y que incluía esta composición original de ella.
Llevamos más de una década trabajando en cómo construir equipos creativos sanos, con lineamientos claros que protejan la creación, la libertad de equivocarse y el bienestar de las personas. Y aun así, muchas veces sentimos que avanzamos un paso y retrocedemos diez.
Creemos en la libertad creativa, pero también en los acuerdos claros. Un presupuesto no es un cheque en blanco. En el mundo creativo, el peso no se mide en kilos, se mide en tiempo. Y cuidar ese tiempo es cuidar a las personas.
Las máquinas pueden copiar, acelerar e imitar. Pero hay algo que no se puede automatizar: la creatividad real, la inspiración, la chispa humana. Las herramientas ayudan, sí. Pero lo humano seguirá siendo el centro de todo.
Esa convicción no la negociamos.
2026.
Este año fue la confirmación que todo lo que venimos haciendo cambia positivamente la vida de muchas personas y marcas.
Confirmamos que el trabajo silencioso importa.
Que el criterio sigue siendo un activo escaso.
Que las relaciones bien construidas resisten cualquier tecnología.
Que el impacto que generamos en decenas de familias vale toda nuestra lucha.
Y que el futuro no se predice: se construye, paso a paso.
Gracias por caminar con nosotros.
Gracias por creer, cuestionar y acompañar.
Bienvenido 2026.
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Seguimos creciendo como comunidad para agregar valor real a las marcas que nos rodean.
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